Una abogada agnóstica defiende a un sacerdote acusado de un homicidio por negligencia durante el exorcismo de una estudiante llamada Emily Rose, desencadenando un juicio legal que cuestiona la línea entre lo sobrenatural y lo científico.
Mary (Jean Malone) quiere hacer un acto de buena voluntad "divina", como "curar" a su novio gay... mediante el sexo. Pero el resultado tiene poco de celestial, y de ser popular en el instituto ultrareligioso donde estudia Mary pasa a pertenecer al grupo de "desplazados".