Chevy Chase y Dan Aykroyd son dos ingenuos funcionarios de los servicios de espionaje norteamericanos que son utilizados como anzuelo para despistar a los agentes rusos, mientras los americanos tratan de llevar a cabo una astuta operación.
Bond recibe la misión de desenmascarar a Max Zorin, un misterioso empresario, y aparente espía de la KGB, que amenaza con dominar el mundo por medio de sus revolucionarios microchips. Aliado a poderosas empresas de tecnología punta, su objetivo es destruir la falla de San Andrés, provocando un terremoto de irreversibles consecuencias.