Adaptación de la novela de Dostoiesvki "El jugador". Un hombre se debate entre su pasión por el juego y las buenas intenciones de quien intenta alejarlo de él.
Willie Stark (Broderick Crawford), un hombre honrado y valiente, sufre una transformación el día que decide entrar en política y descubre que todo es juego sucio. Tras ser elegido gobernador, olvidando sus principios, lo primero que hace es apoderarse de la prensa y la radio. Convertido en un ser corrupto hará cuanto esté en su mano para permanecer en el poder.
Una joven secretaria se enamora de su jefe, empleando los mismos trucos que utiliza él en sus negocios para hacerle caer en sus redes. No obstante, una vez casada, empieza a tener celos de la nueva secretaria que ha contratado su marido.