En plena Edad Media, un monje franciscano llamado Guillermo de Occam, junto a su joven aprendiz Adso, llega a una remota abadía en los Alpes para investigar una serie de misteriosos asesinatos que han tenido lugar entre los monjes. El clamor de la muerte azota la comunidad, y el ambiente tenso también es resultado de la inminente visita de un inquisidor que busca erradicar la herejía. Guillermo, con su aguda mente y su fascinación por la lógica y la razón, se convierte en el detective improvisado del lugar, mientras Adso sirve como narrador y voz de la curiosidad y la confusión juvenil.