Un ángel canino, Charlie, se escabulle de vuelta a la tierra desde el cielo pero termina haciendo amistad con una niña huérfana que puede hablar con los animales. En el proceso, Charlie aprende que la amistad es el regalo más celestial de todos.
Ellen Brody aún vive en el pueblo isleño de Amity, pero sus hijos Sean y Michael ya no trabajan en el Sea World, y su marido hace tiempo que murió de un ataque al corazón provocado por su miedo a los escualos. Sean, que es policía, una noche de Navidad tiene que acudir a una llamada para desenredar un tronco de una boya y es devorado por un gran tiburón blanco. Su madre piensa que se trata de una venganza contra su familia, por lo que su hijo Michael decide llevársela con su mujer y su hija lejos de Amity.