En 1882, el famoso dramaturgo y novelista irlandés Oscar Wilde decide cruzar el Atlántico para llevar su ingenio y provocadoras ideas a la sociedad estadounidense. Al llegar a Nueva York, se encuentra con un mix de admiración y escepticismo, ya que su estilo flamboyante choca con el conservadurismo de la época. La película sigue a Wilde mientras navega por la ecléctica vida cultural de América, desde cenas elegantes con la alta sociedad neoyorquina hasta encuentros inesperados con artistas bohemios en San Francisco.

Bajo el esplendor de la ciudad de Nueva York, un detective de la policía se encuentra atrapado en un extraño y oscuro mundo cuando su hijo se convierte en el objetivo de una misteriosa secta. El caos comienza cuando un grupo de cultistas, que realizan rituales peligrosos y sangrientos, se activa en la ciudad. Al investigar una serie de asesinatos brutales, el detective descubre que estas muertes están vinculadas a una antigua religión que adora a deidades sombrías, y que están buscando sacrificios humanos para llevar a cabo un oscuro ritual.