Un niño de la calle de buen corazón y un Gran Visir hambriento de poder compiten por una lámpara mágica que tiene el poder de hacer realidad sus deseos más profundos.
La familia de Fievel decide volver a mudarse. Los Estados no resultan todo lo buenos que ellos esperaban, así que deciden ir a un destino algo más cálido: al lejano Oeste, en donde los gatos y los ratones son amigos. Por supuesto, Fievel no termina de creerse todo este cuento, y más tras escuchar la conversación que un grupo de gatos mantiene en el tren rumbo al oeste: los gatos no son en absoluto amistosos, sólo quieren confiar a los ratones para que, cuando menos se lo esperen puedan llenar sus estómagos.
La joven Bella se encuentra prisionera en un castillo encantado, gobernado por una bestia. A medida que pasa el tiempo, descubre la verdadera naturaleza amable de la bestia y se desarrolla un amor improbable entre ellos, desafiando los prejuicios y las apariencias externas.
Tras una guerra de ganaderos en Nuevo México, las autoridades realizan una limpieza de forajidos. A Billy El Niño no le pueden atrapar y le ofrecen una amnistía a cambio de declarar contra sus antigos compañeros.
El agente John Hatcher (Steven Seagal), de la división antidroga de Chicago, acaba de volver de Colombia, en donde su compañero ha sido asesinado en acto de servicio por un narcotraficante. A causa de ello ha decidido retirarse, pero después de un tiroteo con un traficante de drogas jamaicano llamado Screwface (Basil Wallace), éste intenta matar a su hermana y a la hija de ésta. John y su amigo Max intentarán atrapar al villano en su país natal.
Es Navidad. El teniente John McLane, de la policía de Los Ángeles, espera en el aeropuerto de Dulles, Washington, la llegada de su esposa. Mientras tanto, el coronel Stuart, un militar que ha sido expulsado del Congreso, organiza cerca de este aeropuerto con otros mercenarios profesionales una base de operaciones para liberar a un dictador sudamericano derrocado, al que se considera el mayor traficante del mundo.
Scott Turner es un meticuloso detective que está investigando un difícil caso de homicidio. Un día encuentra en la calle a un perro desgarbado, vulgar y con muy malos modales, al que decide adoptar y que pronto se convierte en el mejor ayudante que nunca ha tenido.