En una vibrante y cautivadora exploración del mundo del ballet acuático, una película de 1930 sumerge al espectador en la magnífica belleza de una competición de natación artística. Desde el primer instante, nos encontramos atrapados en un espectáculo visual que combina acrobacias subacuáticas y coreografías innovadoras, donde bailarines se deslizan graciosamente por el agua, creando patrones hipnotizantes.