En 1983, Mason Storm (Steven Seagal) detective de Los Ángeles, se encuentra investigando un trato criminal llevado a cabo en una escollera del puerto, del cual graba audio y video, observando que uno de los implicados es un político importante que está a punto de candidatearse a senador. Storm es descubierto pero logra escapar, y en camino a su casa le informa a un compañero policía que tiene la grabación del encuentro y se la llevará para presentarla como evidencia.