En un pintoresco pueblo inglés del siglo XIX, la joven y decidida protagonista, con una personalidad encantadora y un poco caprichosa, se dedica a emparejar a sus amigos con la esperanza de encontrar el amor verdadero. Con una confianza que roza la arrogancia, está convencida de que tiene un ojo infalible para el romance, pero pronto podrá darse cuenta de que el amor no se puede manipular como un juego de ajedrez.