Ben y su hijo adoptivo, Junior, se han trasladado a una nueva ciudad. El lugar tiene una muy especial característica: contiene cincuenta mujeres por cada habitante masculino.
Problemas y dificultades a los que deben enfrentarse los distintos miembros de una familia. Gil y Karen se sienten impotentes y desbordados al no conseguir ni entender ni solucionar los problemas de uno de sus hijos.