John Kimble es un rudo y veterano detective que lleva muchos años tras la pista de un narcotraficante. La única persona que puede testificar contra él es su ex-esposa. El problema es que ha desaparecido y la única pista que tiene es el nombre del colegio de Oregón en el que estudia su hijo. Para poder localizarla a ella, tendrá que hacerse pasar por maestro de guardería.
Mientras la madre de Andy es ingresada en un hospital psiquiátrico, el joven es colocado en una casa de acogida, y Chucky, decidido a reclamar el alma de Andy, no se queda atrás.