Todos creían que el policía asesino había muerto, pero volvió a sembrar el pánico en toda Nueva York. El fantasma regresó y se ha autonombrado juez, jurado y verdugo.
Ben Healy es un yuppie que trabaja para su padre Big Ben, un tiránico distribuidor de material deportivo. A Ben le encantaría tener un hijo, pero su mujer Flo es incapaz de concebirlos. Ben utilizará al poco escrupuloso agente Igor Peabody, el cual les presentará a un curioso y extremadamente revoltoso muchacho de siete años que ha sido devuelto treinta veces al orfanato a causa de su carácter incorregible, y al que ni siquiera las monjas desean cuidar de él.