Henry Jekyll es un hombre atormentado. Su esposa murió de neumonía. Quiere a su cuñada, pero el padre de ésta le prohíbe todo contacto. Y sus experimentos sobre la naturaleza dual del hombre han dado como resultado una droga desintegradora de la personalidad que ha probado en sí mismo, transformándolo en un bruto desinhibido que busca placeres violentos e indignos. Jekyll se vuelve rápidamente adicto a la sórdida libertad inducida por la droga.