En la Alemania de los años 20, un joven idealista llamado Alfred von Ingelheim lucha con su identidad y su lugar en un mundo en plena transformación. Criado en una familia adinerada, Alfred se siente atrapado en la opulencia y superficialidad que lo rodean. A medida que el país enfrenta tensiones sociales y políticas, él anhela un propósito más profundo que el dinero y la riqueza familiar.