En esta película, seguimos la vida de Katie, una joven de 18 años que navega por la confusión y la complejidad de la transición a la vida adulta. Con un futuro incierto por delante, Katie se siente atrapada entre las expectativas de su familia y sus ansias de libertad y autodescubrimiento. Además de lidiar con sus propios dilemas, como el amor y la identidad, se enfrenta a la presión social de las redes, donde sus pensamientos y experiencias se vuelven vulnerables al juicio de sus compañeros.

En esta divertida secuela, la primera familia de la comedia está de vuelta y lista para causar estragos. Greg Focker, el buenazo que ha pasado por mil y un situaciones embarazosas, se prepara para presentar a sus padres ante su suegro, Jack Byrnes, un exagente de la CIA que no ha dejado de ser un poco paranoico. La cita es de lo más esperada, ya que la familia de Greg es todo lo contrario a la rigurosa y controladora familia de Jack.

En un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, Adam Sandler interpreta a Davey, un hombre amargado y desilusionado que ha perdido la chispa de la vida tras el fallecimiento de sus padres. Su comportamiento errático y su adicción al alcohol lo llevan a meterse en problemas, lo que lo convierte en un paria en su comunidad. Después de un incidente desastroso durante una celebración, Davey es condenado a realizar trabajos comunitarios en el centro de recreación local.

En un mundo donde la infancia se ha desvanecido, un ambicioso abogado llamado Peter Banning, quien olvidó su espíritu aventurero y su conexión con la niñez, enfrenta una vida agobiada por el trabajo y la rutina. Un día, Peter se da cuenta de que sus hijos, Jack y Maggie, han sido secuestrados por el temido Capitán Garfio, un viejo enemigo del pasado de Peter que revive para reclamar su atención. Pero aquí está el truco: el único camino para rescatar a sus hijos es recordar su propia infancia como Peter Pan.