En las calles ásperas de Los Ángeles, un joven llamado Caine canta la melodía de su vida en un entorno marcado por la violencia y la desesperanza. Atrapado en un ciclo de criminalidad y drogas, Caine es el resultado de un sistema que parece estar en su contra desde su infancia. Criado por su abuela tras la muerte de sus padres, su vida da un giro cuando se une a un grupo de amigos que lo llevan por un camino cada vez más oscuro, donde el respeto se gana a través del miedo y la lealtad se mide en balas.

En esta divertida secuela, Deloris Van Cartier, una ex cantante de cabaret convertida en monja, se encuentra disfrutando de su vida tranquila en el convento de San Catalina. Sin embargo, la paz se ve interrumpida cuando el colegio de la zona enfrenta problemas financieros serios. El futuro del centro educativo está en juego, y Deloris no puede quedarse de brazos cruzados. La Madre Superiora la convence de que regrese a las andadas, no solo para ayudar a salvar el convento, sino también para inspirar a un grupo de jóvenes estudiantes que atraviesan dificultades.

En un vecindario de Los Ángeles marcado por la violencia y la pobreza, un joven llamado Tre se enfrenta a la dura realidad de crecer en un entorno complicado. Criado por su madre, Tre es enviado a vivir con su padre, quien busca enseñarle valores y responsabilidad en medio del caos. A través de sus ojos, seguimos la vida de sus amigos: Doughboy, un joven que, aunque esconde un profundo corazón, se deja llevar por el camino del crimen, y Ricky, un talentoso futbolista que sueña con escapar de su brutal realidad a través de una beca universitaria.