En un irlandés y crudo escenario de la década de 1930, un niño llamado Frank McCourt vive una infancia marcada por la pobreza y el sufrimiento. La historia se desarrolla en Limerick, donde su familia enfrenta las duras realidades de la miseria y el alcoholismo. El padre de Frank, un hombre que sueña con un futuro mejor pero se hunde en las botellas, lucha por mantener a flote a su esposa, Malachy, y a sus cuatro hijos. Mientras tanto, la madre, a pesar de sus propias dificultades, intenta sobrevivir con una resiliencia admirabla.