Frannie Avery, profesora de escritura creativa, vive sola en Nueva York. Inteligente y reservada, se dedica a investigar sobre el lenguaje de la calle y la novela policíaca. Pero una noche algo cambia en su vida: presencia involuntariamente un momento de intimidad entre un hombre y una mujer. La carga erótica de la situación la paraliza y, aunque no llega a ver el rostro del hombre, no olvidará el tatuaje de su muñeca ni su sensual mirada. Al poco tiempo, se entera, al ser interrogada por un policía, de un oscuro crimen cometido cerca de su apartamento.
Nick Lang es un famoso actor que necesita desesperadamente acabar con su imagen cinematográfica de niño bueno. Piensa que conseguirá un papel de valiente detective de homicidios si logra hacerlo en la vida real. Con ese objetivo, Lang se va de Hollywood a pasar unas semanas en las calles de Nueva York con el detective John Moss. Moss es un enérgico policía que se toma su trabajo muy en serio. Ahora le sigue la pista a un despiadado asesino en serie, y lo último que necesita es llevar a cuestas a un pesado.