Freeman pertenece a un culto antiguo de guerreros chinos llamados “Los hijos del dragón”. Él es su verdugo y su único hombre, porque es tal su poder que no necesitan a otro.
El joven y solitario Clarence (Christian Slater) celebra su cumpleaños como de costumbre, viendo películas de kung-fu en un destartalado cine de Detroit. Estando en la sala conoce a Alabama (Patricia Arquette), una rubia explosiva con la que tiene una noche de pasión. Ella, en realidad, es una prostituta pagada por el mejor amigo de Clarence como regalo de cumpleaños. A pesar de ello, Clarence decide alejarla de la prostitución, pero tendrá que enfrentarse con su chulo (Gary Oldman) cuando va a recoger las pertenencias de Alabama.
Una banda organizada formada por seis individuos es contratada para dar un golpe. Anteriormente varios de los miembros no se conocían entre sí, por lo que entre ellos usan nombres en clave. El objetivo: atracar una empresa para llevarse unos diamantes. Pero, antes de que suene la alarma, la policía ya está allí. Algunos mueren en el atraco, y el resto se reúne en el lugar convenido.