Una monja, mientras consuela a un asesino convicto en el corredor de la muerte, siente empatía tanto con el asesino como con las familias de sus víctimas.
Malcolm X cambió su vida de ladrón, traficante y vividor al convertirse al Islam, en prisión. Como ministro predicó el orgullo negro convencido de que el Islam era la única religión dirigida a las necesidades del negro de América.