En esta hilarante secuela de una de las comedias más queridas, el valiente y algo torpe piloto Topper Harley ha dejado atrás su vida de guerrero para disfrutar de la paz en un monasterio. Sin embargo, la tranquilidad se interrumpe cuando un grupo de soldados estadounidenses es capturado durante una misión encubierta en Medio Oriente. El presidente, con un toque de desesperación y mucho sentido del humor, decide que la única solución es recuperar a los rehenes de una manera explosiva.