Una joven estudiante universitaria (Jessica Rothe) reconstruye el día de su asesinato reviviendo tanto los detalles cotidianos como su aterrador final, hasta intentar descubrir la identidad de su asesino.
Después de que su hermano mayor fallece, Lee Chandler se ve forzado a regresar a casa para cuidar de su sobrino de 16 años de edad. Allí se ve obligado a lidiar con un pasado trágico que lo separó de su familia y la comunidad donde nació y se crió.
Una monja, mientras consuela a un asesino convicto en el corredor de la muerte, siente empatía tanto con el asesino como con las familias de sus víctimas.