En un pequeño pueblo de Carolina del Sur durante los años 50, la joven Bone vive una infancia marcada por la pobreza y el desamparo, pero también por la inquebrantable conexión con su madre, Anney. Después de un embarazo no deseado y un difícil matrimonio, Anney lucha por criar a su hija en un ambiente lleno de dificultades. A medida que la vida avanza, Anney se vuelve a casar, uniendo su destino con el violento y problemático Glen, quien rápidamente se convierte en una figura ominosa en la vida de Bone.