En la década de los 90, dos amigos inseparables, en un intento de mezclar sus pasiones por el baloncesto y el entretenimiento, crean un nuevo deporte que rápidamente se convierte en un fenómeno cultural. Al no tener habilidades atléticas sobresalientes, pero sí una creatividad desbordante, estos chicos de barrio inventan un juego que combina elementos de baloncesto y béisbol, donde el objetivo no solo es hacer puntos, sino también realizar jugadas absurdas y divertidas.