Tras diez años en la cárcel, un antiguo capo de la mafia (Edward G. Robinson) queda en libertad, pero le resulta muy difícil adaptarse a los nuevos y cambiantes años 30.
Una encantadora niña se gana la vida cantando y bailando en espectáculos, mientras su abuelo desarrolla su labor de carterista entre el público. Posteriormente esta niña es adoptada por una acaudalada dama, al mismo tiempo que es descubierta por un manager que la quiere para que interprete a la pequeña Eva en la producción musical «La Cabaña del Tío Tom».
La viuda Beatrice Pullman (Claudette Colbert) empieza a obtener beneficios gracias a las recetas de repostería de su sirvienta negra Delilah Johnson (Louise Beavers). Mientras tanto, la hija de Beatrice (Rochelle Hudson) se enamora de su padrastro. Por su parte, la hija de la sirvienta (Fredi Washington) se empeña en hacerse pasar por blanca.