Un coronel del ejército de cuarta generación, William McNamara, se encuentra recluido en un brutal campo de prisioneros de guerra alemán. Sin embargo, como oficial estadounidense de alto rango que es, sigue mandando sobre sus compañeros de prisión manteniendo vivo el sentido del honor en un lugar donde el honor es fácil de destruir, todo bajo el ojo de Wilhelm Visse, un peligroso coronel veterano de la Luftwafe. Nunca abandonar la lucha para ganar la guerra, McNamara sigue planeando en silencio, esperando su momento para contraatacar al enemigo.

En un régimen totalitario de una sociedad futura, se ha conseguido eliminar la guerra a base de suprimir todas las emociones: los libros, el arte y la música están estrictamente prohibidos, y los sentimientos se consideran crímenes que deben ser castigados con la muerte. El clérigo John Preston (Christian Bale) es un agente del gobierno cuya misión consiste en ejecutar a quienes desobedezcan estas reglas; sin embargo, en un cierto momento, empieza a preguntarse cuáles son sus sentimientos y emociones y si merece la pena vivir sin ellos.