El publicista Jim Blandings, casado y con dos hijas, está harto de los ruidos, las prisas y las tensiones de Manhattan. Por eso, decide comprar una casa de campo en Connecticut; pero la casa se encuentra en tan mal estado que la única solución es derribarla y construir una nueva. La hipoteca, mil gastos imprevistos y toda clase de incidentes hacen que Jim Blandings empiece a arrepentirse de su decisión.
La juez Margaret Turner (Mirna Loy) ha estado tan ocupada con su trabajo y con la educación de su hermana Susan (Shirley Temple) que no ha tenido tiempo para el amor, a pesar de los intentos de seducción del ayudante del fiscal. El pintor Dick Nugent (Cary Grant) la conoce en un juicio celebrado a raíz de un alboroto en un bar. Además, resulta que Dick da conferencias sobre arte en el colegio de Susan, que se queda inmediatamente prendada de su atractivo. Los problemas surgen cuando Margaret se da cuenta de que se ha enamorado de Dick.
Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los soldados supervivientes, algunos con taras físicas, regresan a los Estados Unidos. Aunque al principio se les trata como héroes, poco tiempo después comienzan a verse marginados.
Las personas fuera de la ley vienen y van en las vidas de Nick y Nora. Ahora es el momento de conocerlos como parientes. Los elegantes detectives dejan al pequeño Nick Jr. en la escuela, cogen a Asta y se van a Sycamore Springs, lugar de la infancia de Nick. Por supuesto, donde quiera que van el crimen llama a su puerta, un detalle más que probado en esta quinta entrega.