Lawrence Talbot regresa a su hogar ancestral en Inglaterra después de la misteriosa muerte de su hermano. Pronto descubre oscuros secretos familiares y se encuentra atrapado en una maldición de licantropía.
En 1870, la Ópera de París prepara el estreno de un fastuoso espectáculo, pero entre bastidores se oculta un Fantasma (Gerald Butler). Nadie sabe quién es, pero sus apariciones son cada vez más frecuentes y siembran el pánico entre el público. Sólo Christine (Emmy Rossum), una joven bailarina, puede acercarse a él: el Fantasma es su maestro de canto. Lo que Christine ignora es que el Fantasma está profundamente enamorado de ella y no permitirá que nadie se interponga en su camino.