En el turbulento contexto de la Escocia del siglo XVI, una joven y ambiciosa reina regresa a su tierra natal con la esperanza de reclamar el trono que le pertenece por derecho. Mary Stuart, atrapada entre las luchas de poder y sus sentimientos personales, se enfrenta a la traición de aquellos en quienes más confía. Cuando llega a Escocia, la tensión entre católicos y protestantes está en su punto álgido, y su primo, el rey de Inglaterra, ve en ella una amenaza a su propio reino.