En un vibrante mundo digital que vive dentro de un teléfono inteligente, cada emoji tiene su propia personalidad y función, pero todos deben adherirse a un estricto código: solo pueden expresar una sola emoción. En este universo, Gene, un emoji de "meh", se siente fuera de lugar, ya que no logra conformarse con la simple expresión de apatía que se espera de él. Deseando explorar su auténtico ser, Gene descubrirá que tiene la capacidad de mostrar múltiples emociones, lo que lo convierte en un verdadero "rebelde".