En el bullicioso barrio de Inglewood, California, Malcolm, un inteligente y geeky adolescente, está decidido a salir adelante. A pesar de su entorno lleno de problemas, tiene un objetivo claro: ingresar a Harvard. Con su amor por la cultura del hip-hop y la vida geek, él y sus amigos, Jib y Diggy, se sumergen en un mundo de videojuegos y música, tratando de mantenerse alejados de los peligros que los rodean.

En un futuro distópico donde el avance tecnológico ha llevado a los videojuegos a un nuevo nivel, un millonario llamado Ken Castle ha creado una experiencia de juego en la que los humanos son controlados como personajes en un videojuego masivo. En este inquietante mundo, los jugadores se convierten en marionetas de los "controladores", quienes adquirieren habilidades y notoriedad a través de sus avatares en una lucha mortal por la supervivencia y la gloria.

En un mundo donde las relaciones son más complicadas que un rompecabezas de mil piezas, Abby Richter, una productora de televisión con un enfoque romántico, se encuentra atrapada entre lo que quiere y lo que realmente necesita. Su vida amorosa es un desastre, hasta que su jefe le asigna un nuevo proyecto: un programa de citas en el que debe trabajar junto a un crudo y cínico comentarista llamado Mike Chadway. Mike es todo lo contrario a lo que Abby cree que es el amor: directo, grosero y sin pelos en la lengua.