Nueva Jersey, mediados de los 60. Richard Kuklinski, un hombre frío de origen polaco, lleva una doble vida: es a la vez un implacable asesino a sueldo de la mafia pero también un padre de familia casado.
Después de la muerte de sus respectivos compañeros, un sicario de Nueva Orleans y un detective de Washington forman una alianza para acabar con su enemigo común.