En esta frenética secuela de acción y comedia, el famoso agente de protección Michael Bryce se encuentra en una encrucijada. Después de tomar una decisión drástica para dejar atrás la vida de guardaespaldas, su paz se ve interrumpida cuando recibe una llamada de emergencia nada menos que de Sonia Kincaid, la explosiva esposa del infame asesino Darius Kincaid. Necesitando su ayuda desesperadamente, Sonia lo arrastra a una nueva misión que los lleva a un caos inevitable.

En plena Guerra Fría, un empresario británico se ve envuelto en una peligrosa misión de espionaje que podría cambiar el curso de la historia. Greville Wynne, un hombre común y corriente que lleva una vida aparentemente normal, es reclutado por la inteligencia británica para actuar como un mensajero entre Londres y la Unión Soviética.

En una trepidante mezcla de acción y comedia, el mundo de la seguridad se encuentra en un lío monumental cuando un guardaespaldas de élite, llamado Michael Bryce, debe proteger a un testigo muy peculiar: Darius Kincaid, un temido asesino a sueldo. La situación se complica cuando Darius, que normalmente no es ningún santo, tiene información crucial sobre un dictador que ha estado haciendo de las suyas en Europa del Este. Así que Bryce se ve obligado a arriesgar su propia vida para llevar a Kincaid a un juicio.

Cuando un bombero ejemplar se convierte en testigo de un brutal crimen, su vida da un giro inesperado. Al intentar proteger a una joven víctima que es crucial para desmantelar una peligrosa banda criminal, se ve arrastrado a un juego letal de cat y mouse. Tras poner su vida en peligro, es colocado en un programa de protección de testigos. La tarea suena sencilla, pero pronto se da cuenta de que dejar atrás su pasado no será tan fácil como creía.