Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los soldados supervivientes, algunos con taras físicas, regresan a los Estados Unidos. Aunque al principio se les trata como héroes, poco tiempo después comienzan a verse marginados.
Un agente del FBI (Robinson) investiga una amplia red de espionaje nazi que opera en Estados Unidos. Sus contactos llegarán hasta Suramérica y Europa. Se trata de una de las pocas películas del género antinazi rodadas antes de la Segunda Guerra Mundial, época en la que los Estados Unidos y, por consiguiente, Hollywood seguían una política aislacionista.