Hafir, ladrón y mago, sueña con un buen partido para su hija Marsinah, sin saber que el muchacho del que está enamorada no es el hijo de un humilde jardinero, sino el mismísimo Califa de Bagdad.
Hoy se crían sin ley en la calle. Mañana estarán en el corredor de la muerte. El Padre Edward Flanagan (Spencer Tracy) se propone romper ese ciclo maldito y entrega su vida y su fe a crear una escuela para chicos marginados que se convertirá en todo un modelo de esperanza.