Una jovencita hace cambiar a todo un pueblo gracias a su alegría. Aunque se quedó huérfana a los doce años, Pollyanna siempre tiene ganas de sonreír, incluso a su severa tía, a la que acabará ablandando con su contagiosa alegría.
Una viuda de buena familia inicia un romance con su apuesto jardinero. A pesar de pertenecer a dos mundos completamente diferentes deciden casarse, pero su amor tropieza con el rechazo de los hijos de la mujer y de su círculo social.
El filántrópico doctor Hudson muere ahogado, pues la bombona de oxígeno que podría haberle salvado la vida se utilizó en beneficio del joven Robert Merrick (Robert Taylor), un frívolo heredero. Éste inmediatamente se da cuenta del rechazo que inpira a los demás, sobre todo, a Helen (Irene Dunne), la viuda del doctor, de la que se ha enamorado. Para conquistarla, decide convertirse en un filántropo anónimo como Hudson. Sin embargo, cuando Helen se queda ciega en un accidente, todos lo culpan a él.