En un pequeño pueblo irlandés a finales del siglo XIX, la tensa relación entre los terratenientes y los campesinos alcanza un punto crítico. Los habitantes, cansados de los abusos y la opresión, se encuentran divididos entre buscar una solución pacífica y recurrir a medidas drásticas. En medio de este panorama, un noble terrateniente, conocido por su carácter autoritario, vive ajeno a las crecientes dificultades de sus inquilinos.