En los años 30, un grupo de intrépidos aventureros se adentra en la selva peruana en busca de una legendaria ciudad perdida llena de tesoros invaluables. La expedición, encabezada por un carismático arqueólogo y su escéptica asistente, se enfrenta a una naturaleza salvaje y a los peligros de su entorno, desde animales salvajes hasta tribus indígenas. La química entre ellos se convierte en un punto central, ya que el arqueólogo es un romántico empedernido, mientras que ella es más pragmática y no tiene tiempo para ilusiones.