En la atormentada Tokio de la década de 1940, un joven apasionado por las artes marciales busca su lugar en un mundo que se desmorona a su alrededor. Este carismático protagonista, con un espíritu indomable y un talento natural para el judo, entra a una academia donde las rivalidades son tan intensas como las lecciones. A medida que se adentra en el competitivo mundo de las luchas, descubre no solo los secretos de la disciplina, sino también el valor de la amistad y el sacrificio.

En un pequeño pueblo japonés, un joven llamado Kintaro sueña con convertirse en un gran luchador de judo. Desde pequeño, ha admirado a los maestros de artes marciales y, decidido a seguir sus pasos, se inscribe en una escuela de judo local. Sin embargo, Kintaro no es solo un chico con sueños; es también un muchacho algo torpe y desgarbado, lo que le provoca constantes derrotas y burlas de sus compañeros. Pero, en lugar de desanimarse, Kintaro se obsesiona con mejorar y se dedica a entrenar incansablemente.