En la Roma de la posguerra, dos jóvenes huérfanos, Giuseppe y Pasquale, viven en la calle trabajando como limpiabotas. Con la esperanza de conseguir un futuro mejor, los dos amigos se aferran a su amistad y el espíritu de supervivencia que caracteriza a los niños de su entorno. Su día a día es un reflejo de una Italia devastada, marcada por la pobreza, el hambre y la desilusión.