Tras varios años de sacerdocio, Dean Hess llega a la conclusión de que ha fracasado en su misión apostólica. La causa es que vive atormentado por los remordimientos que le ocasiona haber sido, durante la guerra, piloto de un bombardero.
Su amigo Jack (Martin) está en el ejército en un campamento de paracaidistas, y Sam (Lewis), para ayudarlo a montar un programa de revistas, se cuela entre los soldados. Combinará todos los colores, y también se verá obligado a saltar con paracaídas. Pero, a pesar de su torpeza, será su propia unidad, bajo su mando, la que gane las maniobras militares. Uno de los mejores desenlaces de Jerry Lewis, en las quince películas que interpretó en pareja estable con Dean Martin.
Primera película de Charlton Heston en Hollywood, es un relato de cine negro, ayudado por las sombras callejeras y ese inhóspito ambiente en que viven aquellos que bordean el delito. Charlton lidera un grupo de estafadores que despluman a un hombre de negocios (Don DeFore), que se sume en la desesperación y se ahorca. Ahí es donde toma partido el hermano psicótico del fallecido (Mike Mazurki), que inicia un raid para cazar y asesinar a los cuatro jugadores (Jack Webb, Ed Begley y Harry Morgan).