En un pequeño pueblo estadounidense, una familia disfuncional en el ocaso de la década de los 70 se enfrenta a la dura realidad de la vida tras la pérdida de su hijo mayor en un trágico accidente. La historia sigue a dos padres, cada uno lidiando con su dolor de maneras muy distintas. La madre, atrapada en un torbellino de emociones, se aferra a la memoria de su hijo mientras intenta mantener la cohesión familiar. Su marido, por otro lado, lucha con su propio duelo y la presión de ser el pilar de la familia, pero su frío enfoque provoca una creciente distancia entre él y su esposa.