En un pequeño pueblo nipón, una mística casa abandonada, conocida por su oscuro pasado, despierta el interés de un grupo de jóvenes aventureros. Motivados por leyendas urbanas que hablan de espíritus inquietos y misteriosos sucesos, deciden explorar la famosa mansión que, según se dice, está ligada a una serie de desapariciones inexplicables. Al principio, la atmósfera parece ser solo un juego de sombras y ecos, pero a medida que avanzan, comienzan a descubrir que el lugar guarda secretos más siniestros de lo que imaginaban.

En la mañana del 7 de diciembre de 1941, los cielos de Hawái se tornan oscuros no por nubes, sino por aviones japoneses que se dirigen a atacar la base naval de Pearl Harbor. La historia se narra desde dos perspectivas: la de los estrategas japoneses, que planifican meticulosamente la ofensiva para debilitar a los Estados Unidos, y la de los líderes estadounidenses, que, sumidos en la complacencia y la subestimación, no alcanzan a vislumbrar la magnitud del peligro que se cierne sobre ellos.

En un mundo donde el peligro acecha en cada esquina, una astuta criminal se convierte en la mente maestra detrás de una serie de robos elaborados. Con una belleza cautivadora y habilidades para el disfraz, la mujer planea su golpe más ambicioso: robar un valioso collar de joyas que pertenece a una aristócrata. Pero la situación se complica cuando un detective tenaz, decidido a desmantelar su imperio del crimen, empieza a seguirle el rastro.

En la posguerra de Japón, Sayo, una mujer de 27 años, lleva una vida tranquila en Tokyo al lado de su padre viudo, Shukichi, un profesor universitario entrado en años. Aunque Sayo es una mujer independiente y encuentra placer en su cotidianidad, la presión social y la intervención de amigos y parientes generan un creciente conflicto interno: su familia la considera una solterona.