Un escritor intenta demostrar la deficiencia de las leyes y la ineficacia de la policía, colocando falsas pruebas contra sí mismo en un caso de asesinato.
Pete y Freddie oyen sin intención la charla de un arqueólogo del El Cairo, acerca de descubrir una momia legendaria y deciden viajar a donde el arqueólogo, pero cuando llegan donde él, lo encuentran asesinado. La momia también desaparece comenzando así una serie de intrigas, entre ellas la aparición de un medallón con supuestos poderes.
Carl Buckley (Broderick Crawford), un maquinista que teme perder su empleo, pide a su mujer (Gloria Grahame) con la que mantiene una fría relación, que interceda por él ante un ejecutivo de la compañía con el que ella había tenido relaciones antes de casarse. Pero, cuando Carl se entera del precio que su mujer ha tenido que pagar para evitar su despido, asesina al directivo durante un viaje en tren. El ferroviario Jeff Warren (Glenn Ford) se enamora de la mujer de Carl, que le confiesa que su marido la está chantajeando.
Tras suicidarse, el policía Tom Duncan deja una carta en la que confiesa haberse dejado sobornar por una banda de gángsters, pero también denuncia la corrupción de altos funcionarios. Cuando el sargento Dave Bannion trata de esclarecer su muerte tropieza con toda clase de obstáculos.
Un hombre en busca de venganza se infiltra en un rancho, oculto en una región inhóspita, donde su dueña, Altar Keane, da cobijo a los forajidos que huyen de la ley a cambio de un precio.