En una pequeña convento de Bélgica, una joven monja llamada Jeanine se siente atrapada entre sus deberes religiosos y su pasión por la música. Con una voz angelical y un talento innato para la canción, comienza a componer melodías que reflejan su profunda fe y anhelos personales. Sin embargo, sus superiores no ven con buenos ojos esta distracción y su deseo de expresarse a través de la música.