En la posguerra de Japón, Sayo, una mujer de 27 años, lleva una vida tranquila en Tokyo al lado de su padre viudo, Shukichi, un profesor universitario entrado en años. Aunque Sayo es una mujer independiente y encuentra placer en su cotidianidad, la presión social y la intervención de amigos y parientes generan un creciente conflicto interno: su familia la considera una solterona.

En la década de 1940, una joven mujer llamada Yukiko vive atrapada en una vida monótona en un pequeño pueblo japonés. A través de su rutinaria existencia, se siente sofocada por las expectativas familiares y la presión de un matrimonio arreglado. Un día, su vida da un giro inesperado cuando se encuentra con un artista apasionado y carismático llamado Kinoshita. Él es todo lo contrario a lo que su familia desea para ella: libre, rebelde y con un espíritu indomable que la fascina.