La historia de un indio que da la vida por amor a una mujer blanca, confundiéndola por su belleza con la Vírgen María, luchando contra la sociedad, los prejuicios y la raza. El cree que ella se va a casar con él cuando ella le regala su pañuelo, costumbre dentro de su pueblo indio.
Después de una pelea con su novio en la víspera de Año Nuevo, Mané conduce su automóvil desde la ciudad de México a Cuernavaca para visitar a sus padres en su casa de campo. El auto se descompone en la carretera y Mané tiene que pedir ayuda.
El vago Luis Alberto llega a la mansión de los Valverde en busca de un teléfono y termina contratado como chofer por doña Emilia, quien tiene la manía de proteger a los vagabundos. Luis Alberto conoce a las hijas del matrimonio: la bella y altiva Susi y la joven y alegre Lala. En poco tiempo, José Antonio se enamora de Susi, quien lo considera un patán... muy atractivo.
Dos amigos rancheros están enamorados de dos jovencitas del pueblo. Pedro ama a María, hermana de Jorge, quien está enamorado de Rosario, la hija de un abonero árabe. Jorge tiene que irse del pueblo y al regresar un año después encuentra a Pedro casado con Rosario. Despechado, Jorge trata de arruinar a su ex-amigo y rival sin sospechar que todo el embrollo es producto de la nobleza de Pedro.
Pedro Infante interpreta a Jose, un vagabundo empedernido, cuya novia de muchos años, Antonia (Lilia Prado), se ve envuelta en sus jugarretas. Cuando ella se cansa del mujeriego de José, toma todas sus ganancias de una carrera de caballos arreglada y lo abandona. Jose se roba el caballo y escapa, y se conoce con Luis (Antonio Badu), quien es un mal hablado, borracho y jugador y con quien establecerá una amistad sellada por un pacto de sangre.
Tras hospedar en su casa a un vago llamado Pedro, el agente de tránsito Luis tiene que lidiar con su revoltoso huésped. Pedro ingresa al servicio de Tránsito como barrendero y rápidamente asciende a motociclista. A partir de ese momento, los dos amigos compartirán acrobacias, mujeres, canciones y una amistad a prueba de todo. Unos meses más tarde, también en 1951, Ismael Rodríguez continuó la historia del film en la película "¿Qué te ha dado esa mujer?".
Un anciano (Fernando Soler), que recientemente quedó viudo, se enamora de Josefa (Carmen Molina) una bella jovencita, sin saber que está enamorada de su hijo Silvano (Pedro Infante). Este evento desencadenará un duro conflicto entre los dos hombres.
Entre tantas mujeres con las cuales ha tenido amoríos Pedro, solo a una él ama, pero este romance se va echando a pique por culpa de los coqueteos a los cuales estaba acostumbrado y a las intrigas de uno de sus rivales.
En un pueblo del norte, la familia Treviño trata de sobrellevar la irresponsabilidad de don Cruz, el padre, quien es un cúmulo de defectos a diferencia de su hijo Silvano, un joven bondadoso e incapaz de juzgar a su progenitor. Los desatinos de don Cruz lo conducirán inevitablemente a un terrible enfrentamiento con su hijo por un puesto público y por una mujer.