Joe E. Lewis, un prometedor cantante, pierde la voz a causa del ataque de unos gángsteres Al verse obligado a cambiar de profesión, decide trabajar como humorista.
Cuando el presidente de una importante empresa de muebles muere de repente, se desencadena una lucha implacable por la sucesión. La lucha por el poder llevará a los candidatos a utilizar todos los medios a su alcance, sin excluir los golpes bajos.
Un tiránico y manipulador productor de cine (Kirk Douglas), que ha caído en desgracia, pide ayuda a un director (Barry Sullivan), a una actriz (Lana Turner) y a un guionista (Dick Powell), a los que ayudó a triunfar, pero que tienen sobradas razones para detestarlo. Los tres le reprocharán su falta de escrúpulos para alcanzar el éxito sin reparar en las personas a las que traicionaba o engañaba.