En la Rusia del siglo XIX, Anna es una mujer atrapada en matrimonio con un funcionario de alto rango, Alexei Alexandrovich Karenin, quien es respetado en la sociedad pero emocionalmente distante. La vida de Anna da un giro inesperado cuando conoce a el carismático oficial de caballería, conde Alekséi Vronski, quien cae apasionadamente enamorado de ella. A pesar de las advertencias sobre las consecuencias de un romance prohibido, Anna se deja llevar por la pasión, dejando a un lado las convenciones sociales y el bienestar de su hijo.

En un pequeño vecindario soviético, las vidas de los Strugatsky, una familia de clase trabajadora, se entrelazan con los desafíos cotidianos de la vida en la posguerra. La matriarca, Anna, es una mujer fuerte y decidida que lucha por mantener la unidad familiar mientras enfrenta las dificultades económicas y los prejuicios de la sociedad. Su esposo, Ivan, es un obrero dedicado que siempre trata de ver lo positivo en cada situación, aunque su espíritu optimista se pone a prueba por los problemas laborales y la creciente falta de recursos.